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¿En qué consiste la responsabilidad civil del arrendador? ¿Y la del inquilino?

En todo contrato de alquiler, hay dos perfiles: el arrendador –quien pone en alquiler un piso- y el arrendatario –el inquilino-. Cada uno de ellos tiene ciertas obligaciones que debe cumplir para que el contrato llegue a buen término. Aquí, entra en juego la responsabilidad civil.

¿En qué consiste la responsabilidad civil del arrendador? ¿Y la del inquilino?

¿Qué es la responsabilidad civil?

Es la garantía que cubre al asegurado y a sus familiares de los daños que puedan causar a terceros, ya sean materiales o personales.

Aclarado este concepto, descubramos qué responsabilidades tienen arrendador e inquilino.

Responsabilidades del arrendador

Con el alquiler de la vivienda, el propietario adquiere ciertas obligaciones básicas:

  • Respetar la fecha del contrato, es decir, ceder la vivienda a los inquilinos durante el período acordado.
  • Entregar una copia del contrato a los inquilinos, a fin de que quede constancia del mismo.
  • Entregar la vivienda en buenas condiciones: debe ser seguro vivir en ella.
  • La vivienda debe incluir y mantener durante la estancia de los inquilinos los servicios básicos de agua, luz y gas, aunque los gastos pueden correr a cargo de los arrendatarios.
  • El arrendador debe hacer frente a aquellos desperfectos que presente la vivienda, siempre y cuando no hayan sido ocasionados por los inquilinos.

Responsabilidades del inquilino

Al igual que el arrendador, el arrendatario también tiene obligaciones:

  • Pagar una fianza destinada a cubrir aquellos desperfectos ocasionados por él mismo si el arrendatario la impone como condición del alquiler de la vivienda
  • Abonar la mensualidad del piso en el plazo acordado con el arrendador y, en caso de impago, abandonar la vivienda, aunque hay alternativas para hacer frente a este problema
  • Devolver la vivienda en las mismas condiciones en que se le entregó; de lo contrario, puede perder la fianza
  • Ceder la vivienda al arrendador, pasado un año de contrato, si éste demuestra que la necesita, no como segunda vivienda, sino de forma permanente
  • En caso de que el arrendador no cubra los gastos de servicios, el inquilino debe pagar los mismos para evitar el corte de suministros.

Protege tu vivienda alquilada

Como propietario, cuidar y proteger tu vivienda es una de tus principales responsabilidades. De este modo te garantizarás una cierta seguridad financiera a la hora de rentar tu propiedad, minimizando los riesgos de impago y posibles daños al inmueble, al tiempo que fomenta una relación cordial con tus inquilinos.

Para ello, nada mejor que disponer de un seguro de impago de alquiler. Gracias a esta póliza estarás cubierto frente a las rentas no satisfechas, amén de otras interesantes coberturas para blindarte frente a inquilinos conflictivos.

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